Emisiones globales netas cero para 2050 son posibles, pero con acciones urgentes
PERSPECTIVAS
La hoja de ruta Net Zero de la AIE revela que limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius es posible, pero requiere una acción rápida y cooperación internacional.
La hoja de ruta describe planes para triplicar la energía renovable, impulsar la eficiencia energética y reducir la demanda de combustibles fósiles, al tiempo que enfatiza una transición global equitativa.
Los retrasos podrían hacer que los objetivos sean inalcanzables.
Llevar las emisiones de gases de efecto invernadero del sector energético mundial a cero neto y limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius sigue siendo posible gracias al crecimiento récord de tecnologías clave de energía limpia, aunque el impulso debe aumentar rápidamente en muchas áreas, según una nueva edición del informe. La histórica hoja de ruta Net Zero de la Agencia Internacional de Energía (AIE).
La hoja de ruta enfatizó la necesidad de una mayor ambición y una cooperación internacional más sólida para lograr los objetivos climáticos globales, según la AIE.
A pesar de una mayor inversión en combustibles fósiles y de emisiones persistentemente altas, el crecimiento récord en la capacidad de energía solar y las ventas de vehículos eléctricos indican que aún es posible lograr emisiones netas cero para mediados de siglo. Se espera que estas tecnologías por sí solas contribuyan con un tercio de las reducciones de emisiones necesarias para 2030. Además, el papel de las tecnologías aún por comercializar en la reducción de emisiones ha caído de casi el 50 por ciento en 2021 a alrededor del 35 por ciento en el Actualización 2023.
Para tomar medidas más audaces, la hoja de ruta actualizada exige triplicar la capacidad mundial de energía renovable y duplicar la tasa anual de mejoras de la eficiencia energética para 2030. Además, aboga por una reducción del 75 por ciento en las emisiones de metano del sector energético y un fuerte aumento de los vehículos eléctricos. y venta de bombas de calor. Estas estrategias se basan en tecnologías probadas y a menudo rentables, que se prevé que generen más del 80 por ciento de las reducciones de emisiones necesarias para finales de la década.
La hoja de ruta también destaca la necesidad de una transición equitativa, teniendo en cuenta las circunstancias nacionales. Por ejemplo, las economías avanzadas deberían alcanzar el cero neto antes para dar más tiempo a las economías emergentes y en desarrollo. El camino también busca proporcionar formas modernas de energía para todos para 2030, lo que requerirá una inversión anual de casi 45 mil millones de dólares, poco más del 1 por ciento de la inversión del sector energético.
Sin embargo, la mayoría de los países necesitan adelantar sus fechas límite de emisiones netas cero y aumentar significativamente las inversiones, especialmente en las economías emergentes y en desarrollo. Se espera que el gasto mundial en energía limpia aumente de 1,8 billones de dólares en 2023 a 4,5 billones de dólares anuales a principios de la década de 2030.
En el escenario actualizado, la demanda de combustibles fósiles caería un 25 por ciento para 2030 y un 80 por ciento para 2050. Esto elimina la necesidad de nuevos proyectos upstream de petróleo y gas de largo plazo, así como de nuevas minas de carbón y de carbón sin disminuir. plantas. Sin embargo, todavía se necesitan inversiones para algunos activos de petróleo y gas existentes.
El informe enfatiza además la importancia de cadenas de suministro más resilientes y diversas para tecnologías de energía limpia y minerales críticos. La cooperación internacional es clave, ya que no intensificar los esfuerzos de aquí a 2030 podría crear riesgos climáticos adicionales y haría que el objetivo de 1,5 grados Celsius dependiera de tecnologías de eliminación de carbono no probadas.
El informe advierte que retrasar la acción podría resultar en la necesidad de eliminar de la atmósfera casi 5 mil millones de toneladas de dióxido de carbono anualmente durante la segunda mitad de este siglo, lo que haría imposible regresar las temperaturas globales a 1,5 grados Celsius si tales tecnologías fallan.
“Para mantener vivo el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius es necesario que el mundo se una rápidamente. La buena noticia es que sabemos lo que debemos hacer y cómo hacerlo. Nuestro 2023 Hoja de ruta neta cero, basado en los últimos datos y análisis, muestra un camino a seguir”, dijo El director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol. “Pero también tenemos un mensaje muy claro: una fuerte cooperación internacional es crucial para el éxito. Los gobiernos deben separar el clima de la geopolítica, dada la magnitud del desafío que tenemos entre manos”.